Cuando empezaron a sonar los primeros acordes, muy pocos lograron entender que rola era la que estaba tocando la banda, pero luego de la magistral ejecución de la intro de EL ESTANQUE el estadio del ejército vitoreaba a más no poder a los HEROES que en esta ocasión no eran del silencio, pues los más de 28mil asistentes entonábamos, silbábamos o aplaudíamos la vuelta de la leyenda española. Como siempre con Enrique Bunbury como caudillo de la banda y con un derroche de tecnología en cuanto a luces, imágenes pero por sobre todo el SONIDO eran el presagio de una velada sin igual. Y así fue, las rolas fueron sonando y nosotros moshando, cantando, gritando, chiflando, en resumidas cuentas haciendo catársis con la música que nos había echo formar filas del ejercico del rock and roll, esta vez y por segunda ocasión teníamos a nuestros HEROES frente a nosotros. Qué decir cuando sonaron rolas como Sirena Varada, Maldito Duende, Nuestros Nombres, Héroe de Leyenda, Avalancha, La Chispa Adecuada, pero llegó el momento apoteósico cuando sonaron los rifs de OPIO y la banda se prendió, creo que allí se alcanzó el extasis del recital.
Qué noche aquella del 15 de septiembre del 2007 el espíritu quedó satisfecho y el cuerpo agotado. Gracias Richie, por llevarme al toke.
Aun hoy sigo escuchando a Heroes Del Silencio, como a un sin fin de bandas y otros tipos de música que son de mi agrado, pero la energía de aquella noche será irrepetible.
SALU2 A TO2
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